Tanto Morena como la oposición en la Cámara de Diputados coincidieron en que no hay acuerdos para sacar adelante la reforma electoral constitucional que propuso el presidente López Obrador.
El proceso de dictaminación de la iniciativa comenzó ayer con la distribución en comisiones del proyecto. Se trata de la propuesta intacta del Ejecutivo federal enviada en abril y que plantea la eliminación del INE para sustituirlo por un organismo que centralizaría las elecciones federales y locales. Se mencionan otras iniciativas, pero ninguna se incorpora.
Leonel Godoy, vicecoordinador de la bancada de Morena, admitió que no existe una ruta para construir un consenso con la oposición y que el propósito de lograr uno se modificó tras la marcha del 13 de noviembre.
El también morenista Juan Ramiro Robledo, presidente de laComisión de Puntos Constitucionales, admitió que en el pleno la minoría opositora tendría la última palabra y sin ellos no se alcanzaría la mayoría calificada.
El priista Alejandro Moreno, presidente de la Comisión de Gobernación, confirmó que su bancada votará en contra del dictamen presentado ayer; en igual sentido se manifestaron los representantes del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.
En tanto, Ignacio Mier, presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de la diputación de Morena, informó que buscarán que el dictamen sea votado en comisiones el próximo lunes, para desahogarlo en el pleno el día 29 o 30 de noviembre.
En el inicio del proceso de dictaminación de la reforma electoral constitucional, la oposición y Morena coincidieron en que no hay acuerdos para sacarla adelante.
Durante la primera sesión de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales, de Reforma Política Electoral y de Gobernación se entregó el proyecto que contiene intacta la propuesta que, en abril pasado, envió el Ejecutivo Federal eliminando al Instituto Nacional Electoral (INE) para crear al Instituto Electoral de Elecciones y Consultas (INEC).
También el presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, el morenista Juan Ramiro Robledo Ruiz, admitió que en el pleno de los 500 diputados la minoría tendría la última palabra, en referencia al rechazo de la oposición y al hecho de que sin sus votos no habrá mayoría calificada.
En la misma reunión, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, presidente de la Comisión de Gobernación en la Cámara de Diputados, adelantó que su bancada votara en contra de este dictamen que atenta contra el INE que la ciudadanía ha reclamado defender.
En igual sentido se manifestaron los representantes del PAN, PRD, y Movimiento Ciudadano.
El presidente de la Junta de Coordinación Política y jefe de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velazco, informó que buscarán que el dictamen sea votado en comisiones el próximo lunes.
Durante la reunión, el vicecoordinador Leonel Godoy le dijo a la oposición: “Como están en contra de todo y lo han dicho por todos los medios y vaya que tienen medios de comunicación a su favor, también nosotros hemos resuelto fijar una posición irreductible”.
Alegó el morenista que aún se estaba a tiempo de construir un acuerdo, si la oposición cedía y en referencia al PRD, sin nombrarlo, dijo que un partido que podía perder el registro con la actual legislación podrían salvarlo en algunos estados con la reforma presidencial.
Pero el dirigente del PRI y también diputado federal adelantó que “el PRI no aprobará, no respaldará, ni apoyará ninguna reforma que signifique un retroceso a lo que por años la ciudadanía de nuestro país ha construido, porque el sistema electoral que hoy existe es el resultado de millones de inquietudes de voces, expresiones y propuestas ciudadanas”.
Sin embargo, el diputado Hamlet García Almaguer no ocultó la esperanza que en Morena todavía tienen de que sean los priistas quienes les permitan construir la mayoría calificada en los próximos 5 días en que podrían hacerse ajustes al dictamen. Recordó que en conferencia de prensa los priistas anunciaron que estaban a favor de reducir el Congreso y el presupuesto de los partidos.
Sin embargo, el jefe de la bancada de Morena, quien también habló de la alternativa del llamado plan B, consistente en presentar reformas secundarias una vez que la constitucional carezca de la votación requerida, dio por perdido el apoyo de los priistas.
Cuando se le preguntó por qué si hubo la posibilidad de que el PRI se sumara al proyecto presidencial en esta materia había cambiado de opinión su dirigente.