Esposas, hijos y padres de ediles salientes aparecerían en las boletas de la próxima elección
Monterrey.- Algunos alcaldes están queriendo crear «monarquías municipales», pues en el estado existen casos en los que los munícipes quieren traspasar la administración a alguno de sus familiares.
Esta situación principalmente se ha dado en los municipios rurales, y diversas voces han criticado que haya funcionarios que quieran hacer propiedad familiar el municipio en el que estuvieron o quieren estar al frente.
En el marco de las elecciones de este año, algunos alcaldes quieren dejar la silla municipal a su hijo, otros a sus esposas; otros más a sus papás o a sus hermanos.
icha situación es vista por activistas como una pretensión de armar «monarquías» o «feudos», ya que dicen que estos alcaldes creen que los municipios «son de su propiedad».
Según con los registros de los procesos internos de los partidos, hasta el momento hay por lo menos cinco casos de este tipo.
En el municipio de Cerralvo, el actual alcalde Baltazar Martínez Ríos, quien está en segundo periodo pues fue reelecto, quiere heredarle el cargo a su papá Baltazar Martínez Montemayor, el cual ya fue diputado local en una ocasión y federal en dos.
Martínez Montemayor ya fue ratificado por Acción Nacional como candidato pues fue el único registrado en la contienda interna de ese partido.
En el municipio de El Carmen, el presidente municipal Gerardo de la Maza, quiere dejar en el cargo a su esposa Linda Melissa Díaz Treviño.
De la Maza llegó a la alcaldía bajo las siglas del PRI en el 2015 y en el 2018 se reeligió, pero ya rompió con este partido y postuló a su esposa bajo las del PAN.
En Ciénega de Flores ocurre lo mismo, pues el alcalde Pedro Casas también postuló a su esposa Margarita Quiroga Flores.
Casas ganó la alcaldía en el 2015 de la mano del PRD y en el 2018 se reeligió como independiente y ahora su cónyuge buscará sucederlo arropada por el PAN.
En Pesquería, el alcalde Miguel Lozano Munguía impulsa a su hijo Iván Patricio Lozano Ramos como abanderado del PAN para el trienio 2021-2024; Lozano llegó a ser alcalde abanderando al PRI en la elección del 2015 y se reeligió en el 2018.
Y en General Treviño, la alcaldesa panista, Elia Hinojosa García, quien ya lleva dos administraciones pues ganó en el 2015 y en el 2018, ahora busca dejar a su hermana Maribel, también bajo las siglas del PAN.
Es práctica muy añeja
En realidad, se trata de una práctica que se ha dado en muchas elecciones anteriores.
Por ejemplo, en el año 2000, en Bustamante, el alcalde Jorge Santos, le dejó el cargo a su esposa Norma Yolanda Robles.
En 2003, la alcaldesa del PRI, María Guadalupe Guajardo hizo lo mismo con su esposo, Adolfo Cantú Salinas.
También ese año, David Milán Rivera, «heredó» el cargo de su papá David Milán Ramos, y en Cadereyta, Francisco Lozano Fernández la «heredo» de su hermano José Lozano Fernández.
Exigen líderes a diputados locales candados legales para frenar ´feudos municipales´
Los líderes de agrupaciones sociales Luis Gerardo Treviño y Gilberto Marcos exigieron a los legisladores locales realizar las reformas legales correspondientes para que se impida esta práctica de heredarse los cargos entre parientes.
«Los municipios no son propiedad de los que han sido alcaldes ni de sus familias, el municipio es la forma en que está constituida la organización territorial y con las personas que habitan cierta jurisdicción. No estamos hablando de que sea la administración particular de una familia; parece que quisieran adueñarse a título familiar de esas municipalidades.
«Aquí hay un conflicto de intereses entre una administración y la que sigue, porque con qué carácter va a venir a revisarle, a criticarle, a denunciarla en caso de que haya una anomalía, va a venir a taparle», mencionó Luis Gerardo Treviño de Fortaleza Ciudadana.
Por su parte el presidente de Vertebra, Gilberto Marcos, dijo que al heredarse los cargos, se pierden la tranquilidad de que el sucesor revise la actuación de la anterior administración, por lo que insistió en establecer candados legales para evitar esa situación.
«Es un descaro, cuando se supone que el que viene estás confiando en que va a cuidarnos de lo que hayan hecho el anterior, va a observar con lupa lo que hizo el otro para darnos claridad en lo que se manejó mal, pero sí la misma parentela la que entra, no vamos a saber que estuvo mal.
«Desafortunadamente no hay nada que lo impida, no sé si legalmente pudiera haber un apartado en la ley en donde diga que un consanguíneo directo no pueden continuar en el cargo», apuntó Gilberto Marcos.
*Con información del: target=»_blank» rel=»noreferrer noopener»>horizonte.mx